Hoy me voy a tomar la libertad de interpretar la "Oración de la Serenidad” su verdadero origen es un misterio que según la opinión de algunos, sigue sin resolver.
La oración entró, discretamente, en la historia en el año 1941. Se descubrió en la página de obituarios de una edición de principios de junio del New York Herald Tribune donde decía:
Madre—que Dios me conceda la serenidad para aceptar las
cosas que no puedo cambiar, el valor para cambiar las
cosas que puedo, y la sabiduría para reconocer la
diferencia. Adiós.
Desde allí llegó a Reinhold Niebuhr en 1934 quien se la brindó a Bill Wilson para su uso en Alcohólicos Anónimos. Esta sencilla oración se convirtió en una de las "herramientas" que salva a los enfermos y los ayuda en su recuperación y mientras tratan de reconstruir sus vidas nuevamente. Yo la encontré en un momento difícil de mi vida la repetía a diario para retomar el control y mantener las cosas en perspectiva y ha sido de gran ayuda para mí desde entonces.
En muchas ocasiones en nuestras vidas la Oración de la Serenidad puede servirnos de gran de ayuda para superar una situación crítica que estemos pasando. Porque te saca de la posición de víctima indefensa, te enfoca en tus posibilidades y tu poder en vez del problema.
En vez abrumarte por las preocupaciones o hacerte parte de ellas, que es algo totalmente inútil, al regurgitar constantemente sobre “qué tan mal están las cosas” a cuanto ser se te pona al frente, puedes emplear el sabio mensaje contenido en esta simple oración para mantenerte en una actitud empoderadora.
"Dios, concédeme la serenidad para aceptar las cosas que no puedo
cambiar"
Ante la mayoría de las circunstancias que se nos presentan, no podemos hacer
mucho por cosas, personas o circunstancias que están fuera de
nuestro control; cuando le damos el poder para que nos afecten al molestarnos
o enfadarnos no lograremos más que aumentar el estrés, la presión arterial y hacer cosas de las que luego
seguramente nos arrepentiremos.
Ante una situación o persona que te desagrade lo mejor sería aceptarla como una de
las cosas que no puedes cambiar y seguir con la segunda parte de la oración.
"Valor para cambiar las cosas que
puedo"
Aquí es donde radica tu poder y puedes elegir qué lugar de quedas de víctima o no. En cualquier situación por muy complicada que parezca Siempre hay algo que puedes cambiar y con tus problemas pasa lo mismo.
En lugar de "seguir a la corriente", y lamentarte de las cosas que te agobian y que no puedes cambiar, enfoca tu energía para cambiar las cosas que puedes. Tienes la capacidad para librarte o superar cualquier situación a la que te enfrentes.
Cambiar tu actitud, tu punto de vista, elegir algo que te haga sentir mejor sobre ese desafío en particular, buscar qué puedes aprender o cómo puede fortalecer alguna virtud no es una mala idea.
Si hablamos de la crisis económica siempre se puede hacer algo para reducir los gastos innecesarios, sin embargo, sólo se puede hacer esto hasta cierto punto.
Mi filosofía siempre ha sido buscar formas de aumentar mis ingresos en lugar de bajar mi nivel de vida. Estoy de acuerdo con Bob Proctor cuando sugiere que dejes de tratar de vivir con menos y concentrarte en ganar más.
"Sabiduría para reconocer la diferencia"
Saber la diferencia entre las cosas que puedes cambiar y los que no se pueden,
es la clave para hacerte cargo de tu propio destino y no convertirte en una víctima
de las circunstancias.
En cualquier situación, pregúntate, "¿Esto es algo que yo pueda cambiar o
no?" Aplica la sabiduría de la Oración de la Serenidad para cualquier reto
en tu vida. Acepta lo que no se puede cambiar, cambia lo que se puede y comprende
la diferencia. Ésa es una manera sabia de seguir adelante sin convertirte en una
estatua de sal mirando el pasado.
Rosana Portelli
Life Coach
Terapeuta EFT Experto
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